El mejor café del mundo

El mejor café del mundo

«El mejor café del mundo es ese que cagan los monos, ¿no?».

Ocurre casi todas las semanas: alguien cruza la puerta, echa un vistazo rápido a la tienda y, tras una breve tanteo, te pregunta por el mejor café del mundo.

La pregunta suele ir seguida de alternativas: «¿Es el Blue Mountain ese de Jamaica?» Las más socorridas se quedan en Colombia y, cada vez más, apuestan por «Etiopía, que es de donde viene el café».

En otros casos las dudas revolotean en torno al método de elaboración del café: «¿La mejor es ‘la de la cafetera de toda la vida’?» o «¿Como el café de pota no hay nada?».

Casi todas esas preguntas tienen un «no» por repuesta. Y es un «no» sincero. El café, como casi todo producto agroalimentario, es un producto tan complejo en el que influyen tantos factores, que es imposible responder afirmativamente a cualquier pregunta que busque una respuesta tan categórica como la de afirmar qué café es el mejor del mundo o qué método es el mejor para extraer la mejor bebida.

El chovinismo suele facilitar las cosas para afirmar que «la mejor sidra del mundo es la asturiana» o que «no hay maría como la portuguesa», pero la realidad siempre es más dura y más compleja.

Tal vez, la realidad consiste en pasarnos la vida buscando un trabajo perfecto, un lugar perfecto para vivir y una taza de café perfecta para beber. Tal vez acabamos por acercarnos a lo que consideramos perfecto pero, en cuestiones como el café, lo que importa es difrutar de la búsqueda y probar, probar, probar y probar todo el café que seamos capaces. Merece la pena.

Por eso abrimos este espacio. En este blog queremos haceros partícipes de ese proceso de prueba en busca de una perfección imposible. Probaremos cafés y cafeteras, experimentaremos métodos de elaboración y conoceremos a profesionales del mundo del café con los que reflexionar sobre la que, quizás, sea la bebida más universal. Os invitamos a acompañarnos en esa labor.